Fotos Reuter
Hace varios días los investigadores franceses recuperaron la segunda caja negra con los datos
de vuelos (FDR) del A320 de Germanwing,
que
confirman la voluntad y actuación del copiloto Andreas Lubitz para estrellar la
aeronave, cuando quedó solo en la
cabina del avión en momentos en que el capitán se ausentó de su puesto, para realizar una impostergable necesidad fisiológica.
Con la revelación de la segunda caja negra, la investigación reasume su curso
normal de conformidad con los procesos investigación de los accidentes de aviación, como lo consigna el Anexo 13 de la Organización
de Aviación Civil Internacional (OACI), elemento que fue una de las preocupaciones
de la Federación Internacional de
Pilotos de Líneas Aéreas (IFALPA, por sus siglas en ingles) en relación a este
lamentable accidente. De acuerdo a la reproducción del FDR,
se determinó que Lubitz accionó varias
veces los mecanismos que incrementaron el régimen de descenso que
condujeron al A320 a impactar contra los
Alpes franceses, matando 150 personas.
Ahora un nuevo y preocupante elemento sale a la luz pública en relación al accidente. Se trata de la rumorada falta personal para la revisión del personal de vuelo, debido a recortes en la plantilla de especialistas, asumido por iniciativa del regulador de aviación civil de Alemania.
¿Pudo la falta de personal en la plantilla del regulador de la aviación civil
alemana ser un factor contribuyente en este accidente?. En ese sentido vale destacar que la
Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA
por sus siglas en ingles) había detectado recortes de personal en la autoridad
de aviación de Alemania. Según fuentes del The Wall Street Journal, hace solo tres meses, después de una de sus revisiones,
EASA avisó a Alemania solucionar el asunto, debido a que
esta reducción de personal podría afectar los controles que se realizan al personal aeronáutico,
incluidas las evaluaciones medicas.
Las deficiencias en la cantidad de expertos evaluadores encontrada por
la Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA)
en la Agencia de Aviación Alemana (LBA) puedieran afectar también el control de los aviones. Por
lo anterior pereciera que la autoridad de aviación alemana deberá dar repuesta a algunas preguntas
incomodas en relación con el expediente médico
de Andreas Lubitz y el desenlace de una situación,
aparentemente conocida y poco atendida, como fue la rumorada enfermedad mental de Andreas Lubitz.
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