Salvavidas profecional
Como muchos de ustedes, he leído con gran estupor la información sobre
la muerte por ahogamiento de cuatros turistas ciudadanos indonesios. Los turistas arribaron a Punta Cana el pasado lunes
23 de febrero para disfrutar de
nuestras playas y tomarse uno o varios baños
en las hermosas playas de República Dominicana, entre ellas, la playa EL Maco del área del complejo hotelero de Bávaro, Punta Cana, provincia de la Altagracia.
La lamentable tragedia se produjo cuando una de las víctimas pidió auxilio, debido a que se estaba ahogando y, como es natural, sus tres compañeros se lanzaron al mar para
tratar de rescatarla. Sin embargo, la situación
del rescate se complicó provocando que todos los cuatro turistas perecieran ahogados debido al embate de un oleaje que los arrastró hasta la muerte, a pesar de que se ha hablado
que existe un cuerpo de rescate en esa playa, personal que simplemente no apareció, no actuó o actuó tarde.
Ante esta tragedia lo procedente seria preguntar, ¿Existe en la playa de El Macao el
personal salvavidas o de la defensa
civil con capacidad de proporcional rescate o advertencia a los turistas?, sobre todo a sabiendo que esa playa es continuamente
visitada por turistas de todos los hoteles del
complejo Bávaro. Tratándose de
una zona hotelera ¿Existe vigilancia de
la policía turística en la zona que
pueda tomar el control o advertir cuando las condiciones del oleaje sean peligrosas?.
Tengo entendido que a diario los hoteles venden excursiones a grupos de
turistas quienes son trasladados hasta El Macao y otros puntos de la zona, con
el sano propósito de disfrutar de la
exuberantes playas de la zona, que se tornan peligrosas, cuando soplan
los vientos del Nordeste. Por lo tanto,
debe ser una obligación de la autoridad de la policía turística y de los mismos hoteleros, brindar
adecuada y continuas protección a esos
ciudadanos que nos honran y favorecen con sus visitas, pero que no conocen apropiadamente las condiciones de playas y la zona.
La tragedia del Macao puede repetirse. Para ello es imprescindible
que se adopten las medidas de vigilancia
efectiva con salvavidas entrenados y equipados, que hagan de la Playa El Macao y otras playas, lugares seguros donde nadie vaya perder el don más apreciado que Dios nos dio, que es el don de la vida, como lamentablemente le sucedió a esos ciudadanos indonesios.
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