El pasado mes diciembre tuve la agradable impresión de enterarme de un acto en
el cual, un diplomático dominicano reconocía a un respetable profesional de la
aviación de la República Dominicana. El profesional reconocido en el
referido acto, es uno de los tantos aviadores dominicanos que han ido a tierras lejanas a confirmar sus capacidades y potencialidades, en el delicado trabajo que se ejerce desde el asiento izquierdo en las cabinas de vuelo de aeronaves de tecnologías
avanzadas. La celebración tuvo lugar en la embajada de República
Dominicana en la ciudad de Tokio, Japón, el diplomático lo fue nuestro Embajador Extraordinario y Plenipotenciario acreditado
ante esa gran nación Héctor P. Rodríguez
y el profesional de la aviación
dominicana, a quien se otorgó el
merecido reconocimiento en la ocasión fue el Capitán Juan Rivera.
Como otros profesionales de la aviación dominicana, el Capitán Juan
Rivera inició su preparación en República
Dominicana, con profesores e instructores dominicanos. Específicamente, el Capitán Rivera ingresó a la escuela de aviación del Aeroclub 74, que se localizaba en las
instalaciones del desaparecido Aeropuerto Internacional de Herrera, el centro tradicional de formación
aeronáutica, y escuela de varias promociones de pilotos dominicanos, durante las décadas de los años setenta y
ochenta.
En sus inicios, el Capitán Juan Rivera laboró en empresas locales, entre ellas Servicios
Aéreos Profesionales y en la línea de vuelos del Central Romana Corporations.
Después Rivera debió partir con
destino al oriente lejano, donde se afianzó como
capitán de los avanzados Boeing B-737-800 y Boeing B-767-200 ER en la aerolínea All Nippón Airways, ANA, una de las mayores
empresas aérea de Japón. Allí sigue y se
desarrolla operando vuelos en las rutas
tradicionales originandos en Narita y otros, aeropuertos nipones, sirviendo destinos como Okinawa, Honolulu,
Singapur, entre otros aeropuertos del Sudeste de Asia. La compañía de jóvenes primeros oficiales demuestra del nivel de confianza que disfruta el Capitán Rivera en All Nippon Airways.
El Capitán Juan Rivera no solo se ha limitado a ejercer arte y la técnica de volar en las lejanas longitudes donde lo
hace, sino que también se ha preocupado por la promoción internacional de República Dominicana,
tratando de ayudar en lo posible, para la consumación de un proyecto
viable de transporte aéreo para el país, basado en la profesionalidad,utilización de aeronaves modernas y el respeto de nuestros recursos humanos
aeronáuticos, quienes tienen el derecho
y merecen ejercer su profesión y desarrollarse de manera
plena en su país.
Una de las características más importantes del Capitán Rivera es su
nivel de participación social. Con el debido respeto, aporta sus criterios
profesionales a través de los medios. Expone con claridad sobre una actividad que conoces y practica al más alto nivel, siendo
capaz de analizar y aceptar punto
de vista diferente a los suyos, condición
que entre nosotros los dominicanos, lamentablemente, es una especie en extinción.
Exponer a cerca del Capitán Juan Rivera conllevaría un extenso escrito.
Sin embargo, con estas líneas refiero algunos aspectos básicos de un dominicano que se merece el respeto y
la admiración de todos, por lo que
nuestro Embajador Extraordinario y Plenipotenciario en Japón tuvo a bien brindarle ese merecido
reconocimiento.
En las fotos, el Capitán Rivera y su copiloto en la cabina de una moderna aeronave de All Nippon irways y del acto de reconocimiento en la embajada dominicana cuando recibía el reconocimiento. La tercera persona en la foto es un diplomático dominicano acreditado ante Corea, quien viajó a Tokio para estar presenten durante el reconocimiento.
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