CTA Guillermo García, El Mártir
Transcurrían los años finales de la década de los años setenta, específicamente el 1979, cuando vimos llegar a este inquieto, laborioso e incansable jovencito para entonces, Guillermo García, cuyas características básicas eran, entre
otras, que siempre estaba dispuesto a
darlo todo, para garantizar la
continuidad de los servicios de tránsito aéreo brindados por la entonces, Dirección
General de Aeronáutica Civil, DGAC, con tanta energía que llegaba a alcanzar los limites de un ser incansable.
Para
aquellos tiempos, las facilidades de control de tránsito aéreo, comenzaban a reestructurarse.
A la sazón, la vieja torre de control, que se ubicaba en la terminar vieja, en el área de carga del entonces Aeropuerto Internacional de Las Américas, mientras
se desarrollaban los trabajos para la terminación y habilitación , de manera definitiva, de la nueva torre de control en al ala Sur de la
nueva terminal, donde hoy se ubica la torre actual, trabajos que se realizaban
con significativa lentitud, no sabemos debido a que.
Guillermo García ingresó a la entonces DGAC como parte de los planes gubernamentales de entonces los que tenían como objetivo, afianzar y reforzar la matrícula de controladores aéreos, cuya meta era mejorar la oferta existente en prestación de los servicios de control de tránsito aéreo, vista la apertura de nuevas facilidades aeroportuarias en el país, así como la proyección en el aumento del flujo de aeronaves en el espacio aéreo jurisdiccional de República m Dominicana.
Durante prolongado tiempo de su permanencia brindando sus servicios en las facilidades de control de tránsito aéreo en la entonces Dirección General de Aeronáutica Civil, DGAC, debemos reconocer, la gran carga de trabajo que asumía este eficiente y laborioso controlador de tránsito aéreo, cuya dedicación y empeño por la labor que realizaba, podemos calificarlo como de extraordinaria. Además de Las Américas, laboró en otras terminales aeroportuarias del pais , bajo condiciones limitadas, como era común en tiempos pasados.
Hoy al enterarnos del fallecimiento del CTA Guillermo García, lo primero que le dije a quién me lo comunicó, que con su fallecimiento, desaparecía un verdadero mártir de lo que ha sido, hasta la fecha, la prestación de los servicios de control de tránsito aéreo de República Dominicana. Muchos sabrán por qué lo digo y también saben que merece la calificación de un verdadero mártir como CTA, siendo la incertidumbre social y económica de los suyos, la oscura nube que pudiera cubrir su cielo.
Al dedicarle estas breves palabras a este controlador y mártir del estresante quehacer de los controladores aéreos, no quiero finalizar las mismas, sin agradecerle, de manera póstuma, el buen trato que siempre me dispensó, igual que hice con él, a sabiendas que, a pesar de sus sacrificios, cuando laboró como pocos lo han hecho en éste o cualquier sistema STA del mundo, cuando eso era posible, entiendo de justicia, reconocer éste laborioso controlador aéreo, como un CTA mártir de éste estresante y delicado quehacer profesional, a veces poco conocido y valorados en estas latitudes medias. Se que es difícil hacerlo, pero esa es mi inquietud y la expongo en ésta simple y breve nota.
Paz a sus restos y conformidad a los suyos.
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