Hasta que surja un proyecto de
línea aérea nacional que la supere a la Compañía Dominicana de Aviación, necesariamente,CDA sigue como el mayor referente de la
historia de la aviación comercial de la historia de República Dominicana de todos los tiempos. Despues de su cierre forzado, como parte
de una tradición, la empleomanía de la empresa se reunia para celebrar y
recordar los buenos momentos y otras situaciones de esas que ocurren cuando se
comparte la aventura de laborar a bordo los vuelos comerciales, donde "el
tiempo pasa volando", como decía el slogan de una línea aérea. Allí reunidos, celebrábamos el diario vivir,
las peripecias, los malos y buenos momentos a bordo, los que son muy difíciles de olvidar.
Compartir las labores a bordo era
incluso hasta divertido, por lo que era difícil ver "malas caras allá por
encima de los 31000 pies. Allá arriba, de repente, la gente se quería más, posiblemente por
reconocer que todos estábamos atados e un
mismo destino, sea cual fuere este. Sin embargo, después del forzado cierre de la
empresa, la tradición de encontrarnos continuó, y aunque en
apariencia, esos encuentros no son tan frecuentes en los actuales momentos, la
celebración de una junta cada año, se continuó, pero últimamente se ha
ido desvaneciendo, lo es una lástima.
Precisamente, en unas de esas
juntas alguien tomó la foto que aparece en el recuadro. Quienes
me acompañan en la toma, tengo bastante que no veo ni al uno ni al otro.
Sin embargo, a pesar de no saber por dónde andan los caballeros, reconozco en
ellos verdadera gente de aviación, de esos que surgieron desde abajo, desde
donde sus solidos talentos le llevaron lejos. Del trio que se muestra,
posiblemente, el menos "ranqueado" sea quien suscribe la nota, pero
quien ocupa del planteo el centro en el recuadro.
Como pueden notar, a mi diestra el Capitán Extremo, Gabriel Medina Felipe a quien todos conocen,
tanto aquí como allende los mares. Sobre su historial como un aviador consumado no está ni estará en discusión,
simplemente ha volado los aviones más modernos y actuales del mundo. Del otro lado, el
ingeniero de vuelo Juan Castellanos, un fino y educado caballero que operó en la
línea de vuelo de la Compañía Dominicana
de Aviación, CDA como Ingeniero de vuelo de los B-727-100 y 200, así como del
B-747-123. Entre los dos; yo.
Las juntas de Dominicana de Aviación debieran proseguir como un llamado a un pais que depente del turismo y las exportaciones de bienes, que se niega, de menera consistente, a operar una linea aérea grande, que represente y defienda los intereses del Estados Dominicano y el de los usuarios locales de un servicio estratégico cada vez más demandado.
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