Flota aeronaves de JetBleu empresa que opera casi una treintena de vuelos diarios a los aeropuertos de República Dominicana. En cambio nuestra flota integrada por aeronaves de baja capacidad de asientos no impacta el mercado .
Me preocupa bastante
ver de como, quienes hemos estado o estamos relacionados con la actividad aeronáutica
de República Dominicana, a veces nos enfrascamos
en bizarras polémicas, tratando de justificarnos
a nosotros mismos, o bien, tratando de justificar a otros, no por lo que son sino por donde están. Por lo general, en esas polémicas casi siempre que nos referimos a la evolución
y desarrollo de aviación civil de República
Dominicana,se oyen a los que dicen que esto está así o asá, que tal área ha
progresado y que otras no, o bien, que
fulano de tal es un cañón en aviación, decires muy socorridos, pero actitud
vana que no deja de tener su nombre propio. En lo institucional se suele decir que el país ha mejorado, lo que todos reconocemos, siendo su punto más luminoso, la Ley Lic. Botello de hace ya una docena de años. Sin embargo, aún no podemos compararnos otras naciones semejantes a nosotros, cuando de aviación de civil se
habla, hacerlo seria ir bastante lejos a pie.
En realidad, la aviación
civil de cualquier país es un sistema, pero un sistema bastante
complejo por cierto. Por definición, un sistema es algo así como un conjunto de partes, cuyos componentes se relacionan armónicamente entre
sí, de forma que el buen funcionamiento de
cualquiera de sus partes está supeditada
a la correcta operación de los demás componentes.
Si aplicamos este
concepto a la realidad del sistema de aviación civil de República Dominicana nos damos cuenta de inmediato, que
al sistema nuestro como le faltan elementos, y tengo entendido
que entre ellos, el más importante son líneas aéreas grandes. Resulta imprescindible que el sistema de aviación
comercial nacional opere aeronaves pequeñas, pero también lineas aéreas que vuelen aviones grandes, que se asemejen a las que se utilizan las aerolíneas de otras naciones semejantes a la nuestra, muchos de esos países con menor potencial de mercado que el de República Dominicana. Mientras el hacha va y viene, esas empresas aéreas de otras naciones explotan nuestro mercado, en un ambiente en el que la competencia que deberíamos tener aquí en R.D., operan con cantidades de pasajeros y carga aérea lastimosamente bajos.
De acuerdo a potencial real de nuestro mercado estamos en condiciones de operar en grande, con aeronaves modernas, muy diferente al parque aeronáutico que se exhibe, de manera deprimente, en las inmediaciones de la cabecera de la pista 17 del Aeropuerto Las Américas, parque cementerio que corresponde a nuestro último fracaso en lo que a aviación comercial se refiere. Sin embargo, tengo la firme creencia que si podemos. Como muestra sabemos que hace varias décadas el país pudo operar lineas aéreas grandes y tuvo gran éxito hasta la corrupción y a la mala política aterrizaron en la CDA. Se que estamos en condiciones de de operar, por lo menos, tres línea aérea grandes representativas, empresas con las que podemos ofrecer buenos precios para el público y espacio en sus aviones para el transporte de parte de nuestra producción agrícola a los mercados de EEUU y otras naciones del mundo.
Con una flota de más de seis aeronaves grandes y modernas para su tiempo, nos dimos el lujo de volar los mismos equipos que operaban líneas áreas Norteamericanas que operaban a los aeropuertos del país para entonces. Teníamos ejecutivos y personal aeronáutico dominicano en el área comercial, en mantenimiento, en las cabinas de mando, sobrecargos y azafatas, despachadores y otro personal, muy preparado y eficientes por cierto. Además impactábamos el mercado, ofreciendo servicios a precios competitivos que favorecían la economía del dominicano.
Con una flota de más de seis aeronaves grandes y modernas para su tiempo, nos dimos el lujo de volar los mismos equipos que operaban líneas áreas Norteamericanas que operaban a los aeropuertos del país para entonces. Teníamos ejecutivos y personal aeronáutico dominicano en el área comercial, en mantenimiento, en las cabinas de mando, sobrecargos y azafatas, despachadores y otro personal, muy preparado y eficientes por cierto. Además impactábamos el mercado, ofreciendo servicios a precios competitivos que favorecían la economía del dominicano.
Este fue un concepto que desarrollé, junto a un experto internacional en transporte aéreo, cuando alguien se mostró interesado en relanzar el proyecto Dominicana de Aviación, con criterio comercial, no político. De acuerdo a las proyecciones de los estudios económicos realizados para entonces, los ingresos y beneficios netos, se presentaban altamente positivos, a la vez de brindar precios más asequible al público, así como mano de obra intensiva para nuestros pilotos y técnicos made in R.D. Metase en linea, y observe cuanto cuesta un boleto aéreo en estos días, en cualquiera de las rutas habituales servidas por las lineas aéreas que operan la totalidad de nuestro mercado.
Pero como el diablo
nunca duerme en su casa, para entonces al sistema le hacía falta una pata. El
regulador no funcionaba adecuadamente,
llegando el asunto al punto de costarnos trece largos años de no poder operar aviones matriculados en R.D. al territorio de los
Estados Unidos. En aquellos tiempos las cosas se complicaron con las precariedades del sistema de control de tránsito aéreo, lo
que desembocó en un movimiento que dio al traste con la autoridad de aviación civil
de entonces, que se debió convencerse de que había que mejorar la infraestructura
del sistema, lo que hizo el gobierno del
Doctor Balaguer, sin llegar a los oscuros limites la intolerancia o al reino de los intereses particulares poco disimulados.
Como he dicho, al sistema de aviación civil de R.D. actual le
hacen faltan componentes importantes. Lo primero son líneas áreas grandes y fiables, con aeronaves modernas, pero manejadas por
gerencias conocedoras del negocio de la aviación, no improvisadas, y verdaderamente
comprometidas con la buena imagen de República Dominicana que ya ha sufrido bastante en los últimos año . Sin embargo, lo que más hace falta a nuestra aviación civil, es que el compromiso del componente humano, componente que debe unificar criterios, enfocados en el problema sin vanagloria particulares, sino con planteamientos e iniciativas claras y conocimiento de su verdadero papel frente diseño de el necesario y productivo sistema de aviación civil comercial de República Dominicana .
Soy de la creencia que el país se ha acomodado tranquilamente, simplemente aplicando y colectando las tasas e impuestos pasajeros. Posiblemente el último tablazo lo acaba de aplicar la Comision Aeroportuaria que cargo creo de US$ 2.60 al tickect de cada usuario que utiliza los aeropuertos del país. De acuerdo a lo que me comunicaron, ese monto, consistente en un aproximado de US$ 26,000,000. 00 millones de dolares anuales, que tiene como finalidad * mantener las correas que acarrean los equipajes de los pasajeros*, cuando esa es una tarea de los operadores y propietarios de los aeropuertos, quienes cumplen adecuadamente con esos requerimientos, sin mayores problemas. Y entonces que iran hacer con esos RD$ 1,287,000,000.00 millones de pesos anuales, cuando esa dependencia no maneja aeropuertos donde existen vuelos internacionales.
Soy de la creencia que el país se ha acomodado tranquilamente, simplemente aplicando y colectando las tasas e impuestos pasajeros. Posiblemente el último tablazo lo acaba de aplicar la Comision Aeroportuaria que cargo creo de US$ 2.60 al tickect de cada usuario que utiliza los aeropuertos del país. De acuerdo a lo que me comunicaron, ese monto, consistente en un aproximado de US$ 26,000,000. 00 millones de dolares anuales, que tiene como finalidad * mantener las correas que acarrean los equipajes de los pasajeros*, cuando esa es una tarea de los operadores y propietarios de los aeropuertos, quienes cumplen adecuadamente con esos requerimientos, sin mayores problemas. Y entonces que iran hacer con esos RD$ 1,287,000,000.00 millones de pesos anuales, cuando esa dependencia no maneja aeropuertos donde existen vuelos internacionales.
Con un mercado
aproximado de 13,000,000 de pasajeros, estamos
muy lejos de impactar un volumen que solo el año pasado manejó cerca
de US$ 4,000,000,000.00 (cuatro mil
millones de dólares), solo en tickets aéreos de vuelo pagados casi en su
totalidad a transportistas foráneo, que repatriaron esas divisas a sus bases operacionales ubicadas en países donde no impactan la economía de República Dominicana. Todo
fuera mejor si el sistema funcionara con todos sus componentes.
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