Lineas aéreas dominicanas; perfectamente posible, pero...¿otra PAWA..?.

Don Frank Rainieri

Como es costumbre, Don Frank Rainieri siempre se refiere y orienta, con conocimiento, experiencia y propiedad,  a los  temas que más conoce; aviación y turismo. Cuando lo hace puede desplazarse  desde sus manifestaciones más simples hasta los entramados más complejos de ambas actividades. En esta oportunidad Rainieri, en una nota del medio Aeroca.com, se refiere a lo  difícil que ha resultado establecer líneas aéreas comerciales grandes en el país, con las características de permanencia en el tiempo requeridas que haga posible que los dominicanos nos sentirnos orgullosos de ellas, siendo los fracasos de nuestros proyectos de aerolíneas, más que la exención, la regla.

Sin embargo, si miramos el pasado, nos damos cuenta que no siempre ha sido así, y que en consecuencia, es perfectamente  posible volver operar líneas aéreas dominicanas, dirigidas y operadas  por dominicanos, con capacidad  de generar dinámicas de mercados que haga factible la integración de nuestra aviación, dotándola  del potencial para incorporarla a  los grandes grupos aeronáutico comerciales del mundo. 

      

Aunque la tarea de  constituir una línea aérea  es inmensa, siempre se debe comenzar con un buen plan, análisis bien calculados "y gentes con una idea  clara del negocio", conocedores de nuestra realidad y gustos, y además,  con buena fe, buenas asesorías si fuere necesario y, por supuesto, con algo de capital. Sin embargo, es imprescindible  constar  con el respaldo de los organismos reguladores y de políticas de transporte aéreo verdaderamente comprometidos con el desarrollo de nuestra aviación comercial nacional, que faciliten, lo que al fin y al cabo será un éxito del sector y su propio éxito y, por supuesto, el éxito de República  Dominicana.

Desafortunadamente, la salida de mercado de Domincan Wing y luego  la ruidosa  crisis de PAWA crearon un hondo malestar entre las personas que amamos nuestra aviación más de la cuenta como quien suscribe.  Solo habría que imaginar que al proyecto de línea aérea ideado  por  Frank Ranieri y el Grupo Punta Cana, no se le hubiera hecho la vida imposible y el referido proyecto hubiera tenido éxito. Visto el crecimiento y potencialidad de un grupo que está alimentando  más de 500  vuelos semanales  de líneas aéreas globales que han hecho del país una potencia turística mas que regional mundial, no existe dudas que tuvieramos   una gran linea aérea nacional.

Me conformaría con 70 vuelos semanales de "Punta Cana Airlines". En cuanto se hubiera incrementado la cantidad de turistas llegando al país? Cuantos pilotos, copilotos, tripulantes de mando, sobrecargos y azafatas, mecánicos, despachadores y otros técnicos tuvieran fuentes estables de trabajo sin tener que buscar empleo en la fuente única?. Pero lo mas importante, ¿Que cantidad de divisas frescas de esas que repatrian las lineas aéreas extranjeras se quedaran en tierra patria?

Punta Cana Airlines  despegando en vuelo directo a Pekin, China, foto: Team Bhp.com 

Aunque no había que ser mago para darse cuenta que el planteamiento  de PAWA no estaba encausado por la ruta de una  verdadera  línea aérea, nadie pensó que el asunto iba a causar un nivel de trauma tan sonoro que logró con su accidentada salida, lo  perjudicó  gravemente  la imagen aeronáutica de República  Dominicana ante varios países, incluyendo Estados Unidos,  donde  la empresa brindaba servicios regulares.

A su salida la empresa de la linea de vuel, PAWA dejo muchos problemas insolutos, pero además dejó varios viejos aviones y deteriorados,  como  evidencia visible de la debacle de la empresa, aviones  lamentablemente dejados en el sitio más visible del Aeropuerto Internacional de Las Américas Doctor José Francisco Peña  Gómez, con una presencia  que sigue golpeando nuestra aviación desde tierra, como evidencia sórdida de nuestro nivel en la materia de nuestra aviación comercial grande.    

De acuerdo al mismo medio Aereoca.com, un nuevo proyecto de línea aérea bajo costo Fly Cana, está en proceso se constitución, estimando comenzar sus operaciones a finales de este año. Con un mercado que apunta a los 14, 000,000 de pasajeros, no creo que debiera ser posible  otro  fracaso.  El mercado está ahí,  listo para varia líneas aéreas netamente dominicanas con aviones modernos  e ideas claras.  Ojalá  que los proyectos en carpeta, incluyendo Fly Cana  sean bendecidos con el éxito. 

Finalmente, con cierta preocupación he escuchado el murmullo de que PAWA quiere rencarnar y volar de nuevo en el cuerpo de otra aerolínea sudamericana, específicamente venezolana. De acuerdo a lo que se dice, la empresa que en la actualidad esta operativa,   presenta  problemas de puntualidad y de otros tipos, los que afectan los servicios ofrecidos a su clientes en USA, mostrando un esquema similar al que presentó  PAWA, afectando su imagen de la misma forma que lo hizo PAWA, justo en el mismo aeropuerto, en el que  PAWA  maltrató, de manera severa, uno de los valores más preciado que puede exhibir  un transportista aéreo, que es su reputación, lo que  indirectamente, también afectó  la imagen   nuestra como país.    

De acuerdo una publicación del 10 de junio del 2018 del medio Secretos Revelados, la referida linea aérea  linea aérea sudamericana que quiere a PAWA,  opera al territorio  de EE.UU. con retrasos prolongados, dejando varados pasajeros por largas horas de espera, por lo que se quejan sus pasajeros, igual que pasó con la dominicana PAWA. Lo que habría que ver es si República Dominicana  va a ceder otra vez  la red de rutas aéreas que operó PAWA, a otro  operador cuyas características operacionales se asemejan de manera tan dramáticas a lo que representó PAWA.

Retrotraernos y volver sobre nuestras fallas seria algo poco aconsejable, desde todos los punto de vista. Pero si todavía no  está convencido de este planteamiento, vaya y vea  las figuras en deterioro y la voz silente de una decena de viejos aviones, con los colores de PAWA, que mueren cada día en el cuarto  cementerio  de aviones  creado por el sistema de  aviación civil  de República Dominicana en los últimos tiempos.