A pesar de sus pro y sus contras, no creo que exista dudas de que el periodo más floreciente de la aviación civil comercial de República Dominicana, ocurrió durante el periodo correspondiente a los primeros años de la década de los ochenta, alcanzando los primeros meses del 1986, periodo durante el cual se profundizó la crisis agudizada con el cambio político ocurrido en agosto de ese año, lo que paulatinamente redujo las aviación comercial del país a niveles insospechados, los que aún sufrimos. A partir de entonces, las cosas empeoraron, alcanzando su punto más bajos a finales de marzo del 1993, a raíz de aplicación de la Categoría 3, y luego la Categoría (asterisco), que para los fines operacionales, era exactamente lo mismo. Simplemente las aeronaves matriculadas en República Dominicana estaban impedidas de operar en el territorio de Estados Unidos de Norteamérica, que de hecho siempre ha sido y será el principal mercado para la aviación comercial de nuestro país.
Sin embargo, a pesar de todo lo perdido en el proceso de deterioro de nuestra aviación comercial, los dominicanos podemos exhibir con cierto orgullo lo logrado en los años, durante los cuales demostramos que si podemos hacerlo, siempre que se nos brinden los medios y facilidades que hagan viable los proyectos de aviación comercial, como demostró la Compañía Dominicana de Aviación, CDA durante el primer lustro de los ochenta. Para entonces nos dimos el lujos de controlar el 74% del la totalidad de pasajeros y casi el 100% de la carga aérea y correo llegando y saliendo del país, lo que significó el uso de mano de obras intensiva nacional, divisas para el país, pero sobre todo, el orgullo de operar una linea aérea grande, lo que hicieron dominicanas y dominicanos como usted y yo.
Como forma de remembrar aquellos tiempos, en la foto que forma parte de unas cuantas que agradecemos a Encarnación, una persona dinámica y uno de los funcionarios más activos servidores y facilitadores de CDA en el Aeropuerto Internacional de Las Américas de aquellos añosç y quien recordamos con agrado. La toma lograda en la cabina de mando de uno de jets de CDA, le expongo a estos tres titanes de la CDA de entonces. Ustedes los conocen. Se trata del Capitán Reynaldo Matos, sentado en su asiento izquierdo, luego de haber pasado por las otras dos posiciones el ingeniero y del copiloto de los B-727-100 y 200 de CDA. Sigue el Capitán Fued Nadin Hazoury, Hazoury, conocido por su recio carácter y cuyo primer vuelo como capitán en el B-727, el HI-312 lo sometió a una prueba importante cuando volaba en ruta desde Santo Domingo Miami, Florida, prueba que superó sin mayores inconvenientes. De Don Claudio Mendez Gabot, que decir, voló todos los equipos de la empresa, desde hélices hasta el B-747, y siempre lo hizo bien.
Como era costumbre, se nota una cabina relajada, condición muy favorable para las operaciones aéreas en cualquier circunstancia. A mis amigos el Capitán Matos y Fued Hazoury, aunque tengo bastante que no los veos, mis y abrazos de siempre, y al Don Claudio Méndez, quien nos dejó hace buen tiempo ya, que Dios lo tenga a buen reguardo.
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