Paz a los restos de Violeta y conformidad a Pascasio

Violeta Albino de Toribio y Pascasio Toribio Peralta 

Navegaba veloz  en el computador mirando las imágenes y publicaciones que cada instante llegan a aparato este a la velocidad del rayo. De repente,  frené y me paré  a observar tranquilamente, la foto de estas dos personas a las que quiero entrañablemente desde siempre.  Se trata de dos almas gemelas,  con el común denominador de ser gentes bondadosas, solidarias como a pocos conozco, yo que a tantas  gentes he tratado. En realidad son dos seres verdaderamente extraordinarios. Ustedes los conocen,  se trata de Violeta Albino y Pascasio Toribio Peralta, quienes me honran con una sincera y prolongada  amistad, la que raya en los linderos de una hermandad fraterna.

Pascasio Toribio, mi compañero y hermano,  proviene de una honorable familia, originaria del corazón de la Región del Cibao. Conocí a Pascasio, cuando hacía "pininos" en el asunto de aviación y pascasio ejercía como Supervisor  del Centro de Control de Vuelo de las facilidades del Aeropuerto Internacional de las Américas. De vez en cuando visitaba a Pascasio  en su casa del Ensanche Ozama, donde pasábamos momentos de calidad, mientras corría el tiempo hasta tarde de la noche. Se disfrutaba bastante, eran tiempo en que  la fraternidad sincera estaba por encima de todo, y cuando  el mercurio aún no moldeaba las decisiones ni el  carácter de las gentes en nuestro ambito.

Fue precisamente ahí, en el Ensanche  Ozama, donde conocí a Violeta, quien proviene de una honorable  familia puertorriqueña, pero que se "dominicanizó", siguiendo a su inseparable compañero de vida, Pascasio. De Violeta mis inolvidables y gratos recuerdos, cuando las circunstancias laborales nos hicieron ir a Nueva York,  para en esa gran ciudad seguir   conociendo  la  inigualable solidaridad de Violeta, solidaridad que no tiene limite. Pero más que eso, Violeta es una mujer valiente.  Con su valentía espartana y carácter de mujer fuerte,  ha enfrentado importantes adversidades, adversidades que ha superado de manera ejemplar, por lo que muestra en su  rostro la sonrisa con la que la conocí hace tiempo.  Salud y larga vidas. 

Hoy me enterado de fallecimiento de Violeta, la inseparable compañera de Pascasio, evento luctuoso que ocurrió ayer, viernes 02 de marzo.  Con profunda pena por tan doloroso momento, solo reiterar estas lineas que escribí hace poco y decirle, además  a Pascasio,  que siempre seguiré siendo con él lo que hasta ahora he sido, mas ahora ante la onda pena que le embarga. A Violeta solo saber que a ella solo le espera el cielo eterno, allí donde el sufrimiento y los males terrenos no existen.