El experimentado investigador de accidente de aviación de la CIAA de la JAC, Miguel Isacio Diaz, acompañado de oficiales de la Fuerza Aérea de la República Dominicana (FARD), examina partes recuperadas de la aeronave accidentada en las inmediaciones de Puerto Plata el pasado 17 de octubre, último accidente ocurrido en el territorio de Rep. Dominicana.
Definido de manera
simple, un accidente de aviación es todo suceso que ocurre en una aeronave durante
el períodos comprendido entre el momento que una persona
aborda el avión con el propósito de realizar un vuelo y el momento en que la última persona desembarca y que durante
ese
período, alguien sufra heridas o traumas graves o mortales por estar a
bordo de la aeronave, o que alguien sea
afectado por alguna de las partes que se desprenda del avión o que sea afectado por exposición al chorro de
gases de los motores o bien, la aeronave sufra daños de consideración. También se
considera como un accidente de aviación a un evento en el cual la aeronave
desaparece o resulta imposible llegar al sitio donde ocurrió el percance.
Desafortunadamente, desde los orígenes de la aviación los
accidentes e incidentes aéreos han sido una realidad omnipresente en la
actividad. De acuerdo a la historia de la aviación, el primer accidente de aviación del que se
tenga registro ocurrió el 17 de septiembre del 1908, cuando uno de los aviones construidos
por los Hermanos Wright, pilotado por Orville Wright cayó a tierra, mientras éste
realizaba un vuelo de demostración acompañado del teniente del Thomas Selfridge del ejercito de EE.UU.,
quien perdió la vida en el evento, convirtiéndose en la primera víctima mortal de
un accidente aéreo.
Según los datos ofrecidos por Flight Safety Foundation,
desde el 1948 hasta al 2014, es decir durante un periodo de 66 años de actividad, República Dominicana registró 38 accidentes aéreos. En relación al total de fatalidades incluidas en el
reporte de Flight Safety Foundation, entiendo que la cantidad total de
fatalidades ocurridas en el período es mayor al presentado, debido a que
el reporte no se incluye las fatalidades de vuelo Birgen Air 301 de febrero del
1996 y las fatalidades de otros accidentes acontecidos a partir del 2014, hasta
la fecha. A pesar de lo importante del trabajo de Flight Safety Foundation, en algunos casos las informaciones no llegan oportunamente hasta esa prestigiosa organización internacional.
De acuerdo a los mismos registros, el primer
accidente aéreo importante acontecido en el territorio de República Dominicana
fue el ocurrido en las inmediaciones de Yamasá, el día 11 de enero del 1948.
La aeronave era un DC-3 matrícula HI-6, operado por la Compañía Dominicana de aviación
(CDA). El evento arrojó un saldo de 32 fatalidades. Sin embargo, el último
accidente registrado ocurrido en el territorio nacional ha sido el ocurrido a
la aeronave matricula N-724ST, tipo Lake-250 evento ocurrido en las
inmediaciones de Puerto Plata el pasado 17 de octubre del 2016, hace apenas
unos días.
A pesar de numero la matricula en la cola del avión , parece que se trata de un DC-3 accidentado de CDA. Sin embargo, es un datos que estoy tratando de confirmar.
Por el número de víctimas los tres accidentes
mayores ocurrido en la historia de la aviación de República Dominicana son los
siguiente; 1.- Birgen Air 301, aeronave tipo B-757-225, lugar Puerto Plata,
fecha 06 de febrero del 1996, fatalidades 189, 2.- Dominicana 603, aeronave tipo
DC-9, lugar Boca Chica, fecha 15 de febrero de 1970, fatalidades 102, 3.- Cubana de Aviación 201,
aeronave tipo IL-18, lugar Puerto Plata, fecha 15 de noviembre del 1992 ,
fatalidades 34.
Siempre que ocurra un
accidente o un incidente de aviación se iniciará una investigación del mismo conforme
al Anexo al 13 de la Organización de Aviación Civil Internacional OACI, cuya
finalidad fundamental es evitar que ocurra otro accidente de aviación
ocasionado por las mismas causas. En caso de República Dominicana la investigación
de estos eventos la realiza la Comisión de Investigación de Accidente de
Aviación Civil (CIAAC) organismo dependiente de la Junta de Aviación Civil, JAC
y que dirige el eficiente investigador Coronel Enmanuel Soufront y su equipo de
investigadores. Sin embargo, en ocasiones la investigación de un accidentes de aviación
requiere de la colaboración de investigadores de otras naciones, como pueden ser
el Estado de Matricula, país donde está registrada la aeronave, del Estado
constructor, país donde se construyó la aeronave o el Estado explotador país
bajo cuya matrícula opera el avión.
Cuando ocurre un accidente, la primera
acción a implementarse en la escena del percance debiera ser una rápida
evaluación de los riesgos existentes en el área donde se produjo el evento,
teniendo presente que en los sitios donde ocurre un accidente de aviación existen
peligros potenciales como pueden ser posibles explosiones, la exposición a
incendios, así como presencia de materiales peligrosos. Como es lógico, en el
Plan de Emergencia estarán incluidas todas las dependencias aeroportuarias, aeronáuticas
y de seguridad, así como las organizaciones incluidas en el plan de asistencia
mutua incluidas el Plan de Emergencia del aeropuerto en cuestión.
Las primeras
informaciones “de calidad” en relación a un accidente de aviación suelen
provenir de los controladores aéreos que estaban en comunicación con los
pilotos de la aeronave en el momento del accidente. Por lo general son los
controladores quienes suelen recibir las primeras informaciones sobre “una situación
de emergencia en progreso a bordo de una aeronave”. Otro elementos cruciales son
los registradores de vuelo o “cajas negras”, que en realidad son de “color
naranja” para su fácil localización. Sin embargo, en ocasiones, los testigos
presenciales de un accidente de aviación pueden aportar importantes datos
favorables para la investigación, debido a ello es importante tener en cuenta a
estas personas.
Una vez evaluados los riesgos, se
abordará la urgente tarea de salvar vidas, así como extinguir y prevenir
incendios. Otra de las tareas importantes es la protección el área donde
ocurrió el evento, procurando que la escena del accidente permanezca tal y como
quedó en el momento del accidente. El objetico de esta medida es evitar que la
escena del accidente sea “afectada” o “contaminada” por factores que varíen la
realidad de los hechos lo que dificultaría la tarea de los investigadores.
Uno de los problemas que
suelen presentarse cuando ocurre un accidente de aviación es la sustracción de
manera consciente o inconsciente, de partes de la aeronave accidentada o
la reubicación de algún “pedazo” o parte de avión, situación que varía la
configuración de la escena del accidente. La situación suele complicarse cuando el
perímetro de la escena del accidente no puede determinarse con propiedad. Esto
ocurre cuando los accidentes se presentan en sitios desconocidos. Como ejemplo de estas realidades referimos el caso
de la aeronave matricula N-724ST, tipo Lake-250, Seawolf que desapareció en el
área de Puerto Plata, R. Dominicana el días 17 de octubre y el evento ocurrido al vuelo MH370 de Malasia
Airlines, escena de accidente que aún no ha sido determinada después de más de
dos años de su misteriosa desaparición.
Finalmente, uno de los aspectos más importantes en el caso de los accidentes de aviación es el manejo de la información al público, lo que se constituye como un aspecto crucial en el proceso. Un buen o un mal manejo de las informaciones relativas
a un accidente o incidente grave de de aviación puede ayudar o bien, puede perjudicar
la situación del evento, introduciendo elementos indeseables, lo que puede llevar
al público a formarse ideas erróneas sobre el accidente. Lo procedente es la elaboración de una nota de
prensa conjunta en la que participe la linea aérea en cuestión, el Comité de Emergencia, incluyendo a todas
las autoridades, de forma que la situación de emergencia sea comunicada a los
medios de información pública de la manera más adecuada posible.
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