Esta foto no necesita pie de foto
Para mí la foto del rostro del huracán Matthew el que golpeó a Haití inmisericordemente. No
sé quién la tomó ni dónde tuvo lugar tan evidente drama, en el que la vida
humana pende de un simple paso en falso. Sin embargo,
frente a tan insolente huracán, la firmeza de un hombre sereno que camina paso
a paso, sobre un fondo de aguas turbias y turbulentas, cargando sobre sus firmes
hombros la razón de su vida, su niña. La foto retrata una de las tantas realidades y circunstancias que nos trajo la furia del “huracán ese”, huracán que aún se
niega al cansancio y sigue caminando a pasos lentos, rumbo Norte con su baile rítmico de truenos, con sus lluvias torrenciales y sus poderosos vientos.
En medio de la corriente la niña
permanece serena, cobijada por un techo de negras nubes que taparon el un azul
cielo. Ella no comprende que su vida pende apenas de un hilo. Por ello, la niña se
mantiene serena y confiada con su mirada fija al frente, sabe que está en los firmes
hombros de un decidido padre que se empeña en mantener el equilibrio. Frente al
drama de la niña y el hombre, un huracán se muestra arrogante, tratando de arrastrar
las esperanzas aguas abajo, buscando hundir los sueños en sus oscuras y
amarillentas aguas. Sin embargo, Dios ha metido sus manos, por lo que finalmente la
niña y el hombre vencieron la arrogancia de las aguas y de los vientos “del huracán
ese”. Sin embargo, en Haití el drama de siempre, después del huracán la muerte.
Esta es mi reflexión sobre "la niña y el hombre" y para otros tantos seres humanos que corrieron peor suerte, los que hoy comienzan a engrosar una lista de victimas que aumenta y aumenta , mientras el "huracan ese" empecina, desconociendo rumbos y fronteras.
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