El B-777-200ER de Orenair con sus toboganes desplegados cuando aterrizó de emergencia en Punta Cana.
Foto: Listin Diario
Bueno, todo parece indicar que
los 371 ocupantes de un B-777-200 ER salieron ilesos de un evento ocurrido hace
pocas horas, cuando la tripulación del aparato, que había despagado del Aeropuerto internacional de Punta Cana con
destino a Moscú, Rusia, se vio precisada a tomar la decisión de retornar al
aeropuerto, desde donde habían despegado, debido a fallas técnicas en uno de sus
dos motores. El vuelo había despegado a la 22:05 hora
del Meridiano de Greenwich (6:00 p.m. local).
De acuerdo a lo que se ha
conocido hasta el momento, el aparato aterrizó después mantenerse en vuelo por
aproximadamente dos horas, para cumplir con el procedimiento de descarga de
combustible en vuelo (fuel dumping) y así reducir el peso del avión, para
aterrizar con un peso ajustado a los requerimientos técnicos del aparato en
relación al peso máximo de aterrizaje. Sin embargo, al aterrizar, uno de los
trenes de aterrizaje del avión, aparentemente, se incendió, por lo que debió
realizarse una evacuación de emergencia, utilizando los toboganes del aparato, siendo
necesaria la intervención de los servicios de salvamento y extinción de
incendios del aeropuerto de Punta Cana y demás autoridades del aeropuertos, quienes, en apariencia, hicieron su trabajo.
Se trató del vuelo R2-554 de la aerolínea Orenair que despegó
desde Punta Cana, con destino al Aeropuerto Internacional Demodedovo, cercano a
Moscú, capital de Rusia, para completar un vuelo cuya duración seria de,
aproximadamente, 10:00 horas en una ruta de vuelo que lo llevaría sobre el
Atlántico Norte, para ingresar al continente Europeo por la región Norte
Inglaterra, ingresando a Rusia desde el área de Noruega, con una carga de
combustible que pudiera haber sido de, aproximadamente, 27,000 galones de JA-1, si es que el plan el
vuelo fuese asumiendo vía la ortodrómica.
Como ocurre en muchos de estos
casos, a falta de informaciones o bien, el manejo inadecuado de las informaciones
técnicas preliminares sobre los eventos, crean confusiones y malos entendidos
en una opinión pública que requiere saber qué ha pasado lo antes posible. Son precisamente esas limitaciones en las informaciones o a veces provenientes de fuentes no adecuadas, las que llevan al
público a construir sus propias historias.
En el caso particular del evento del vuelo R2-554 de Orenair de hoy 10
de febrero, me ha llamado la atención una información aparecida en un
importante medio de que se refiere al “calentamiento del tren de
aterrizaje de nariz del avión por falla de motor”.
Siempre que ocurre un evento de
este tipo, debe brindarse una nota de prensa preliminar a los medios
provenientes de una fuente apropiada, de forma que el evento llegue a la
opinión pública con apego a la verdad de los hechos verídicos que hasta ese momento se
conozcan, explicada con el rigor técnico requerido, pero comprensible, lo más posible, al público.
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