Cuando el
controlador de servicio en Torre Las Américas, Alfredo Letchorn, ordenó a la tripulación del pesado DC-8-63 de Iberia,
que se mantuviera fuera de la pista, jamás le pasó por la cabeza que sería la última
vez que vería el DC-9-10 de Dominicana, avión que observaba cuando se inclinaba sobre su ala derecha y luego cuando cayó al mar, justo al Sur del islote La
Matica de Boca Chica, despareciendo para siempre en el fondo del mar.
Las
primeras unidades de rescate en llagar a la escena del accidente fueron
yolas pescadores que operaban cerca del sitio del impacto del aparato. Luego llegaron las lanchas del Club Náutico de
Boca Chica, cumpliendo una de las primeras
tareas en el manejo de la escena de un accidente
de aviación que es rescatar sobrevivientes, tarea que no se cumplió debido a
que no lo hubo.
Rápidamente
la oscuridad cubrió la zona cuando comenzaban a llegar a la zona unidades de la
Marina de Guerra y helicópteros de la Fuerza Aérea Dominicana. La noticia
corrió como pólvora, y poco después las emisoras daban a conocer las primeras
informaciones sobre la tragedia que sumió al país en un profundo pesar. Al dia siguiente, el lunes 16 de febrero a las 8:00 a.m., un DC-6 de CDA al mando del Capitán Eddy Tineo realizaba el vuelo DOA-601, cruzando sobre la escena del accidente, mientras las tareas de rescate y recuperación de cuerpos se desarrollaban en el sitio del accidente.
Un DC-9-10 de IBERIA, semejante al accidentado de CDA, adquirido precisamente de IBERIA, empresa que cobró el seguro del aparato accidentado debido a que CDA apenas tenia tres meses operandolo.
A propósito
de este accidente, el peor evento de
este tipo ocurrido a CDA, un buen amigo muy curioso por cierto, me preguntó que donde pudieran estar los
restos del DC-9-10. A su pregunta le dije, en primer término, que tengo entendido que fueron muy pocas
las partes del avión que se recuperaron.
Estas fueron en su mayoría, partes
livianas capaces de flotar incluyendo chalecos salvavidas sin usuarios y algunos
asientos que recalaron en los arrecifes costeros. La caja negra que nunca se recuperó, lo que debió hacerse. En cuanto a restos humanos, cuerpos y partes de cuerpos, fueron
recuperados en la escena del evento y en la zona costera al Oeste de sitio de impacto. Los restos humanos fueron trasladados al
Instituto Anatómico de la Universidad Autónoma de Santo Domingo UASD, donde se cumplió
con la penosa tarea de identificación de
las víctimas.
A pesar de que existe la
posibilidad de que las partes pesadas del avión, como la estructuras de los
motores, trenes y otros, como es natural fueron al fondo del mar, donde la sal generó la corrosión que lo desintegró con el tiempo . Sin embargo, la mayoría
de los restos del aparato y víctimas fueron arrastrados por una de las componentes de una fuerte
corriente marina que pasa al Sur de la costa de la isla siguiendo al Golfo de México, luego de pasar por el Canal de la Mona y la costa Sur de la isla.
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